La mascota de Villalobos era un precioso animal Lo agarraron en Cupiagua, límites con el Yopal Tiene un hermoso plumaje del pabellón nacional También misterioso pico, es el yátaro real. Villalobos lo compró con un fin muy especial A un curandero famoso acostumbrado a engañar Como amuleto y conjuro para retirar el mal Y signo de buena suerte para buscar capital. Un día pase por la jaula de aquel precioso animal Se paseaba y susurraba, como queriéndome hablar Sabe que me dio tristeza y hasta ganas de llorar Pues le daban e comida un maduro semanal Vivía como un presidiario, que no quieren sentenciar. Esa noche tuve un sueño, que parece realidad Soñé que el yátaro hablaba, y me contó su penal: Una mañana de abril, comida salí a buscar Pa´ mi yátara, mis hijos, mi nido, mi humilde hogar. Cuando me vi encañonado, no hubo tiempo de pensar, 3 hombres que me apuntaban con intención criminal Yo les grité no me maten, y luego intenté volar Cuando el tiro de un cañón, llegó hasta mi humanidad. Caí al suelo ensangrentado, víctima de la maldad Y los bandidos gozaban de mi desgracia fatal, Dijo uno: ¡lo quiero vivo! Hay que intentarlo curar Otro dijo que se muera, lo diseco y embalsamo para la sala adornar Y el otro: yo precio el pico, porque es muy medicinal. La decisión la tomó el creador universal Porque fui hasta la otra vida y volví a resucitar Por eso me encuentro aquí Preso pero inocente, esperando mi final. Al otro día muy temprano, pasé por aquel lugar El pájaro estaba muerto, me dio dolor y pesar. Este sueño o pesadilla me ha hecho reflexionar Que los campesinos estamos como aquel yátaro real La guerrilla autodefensa y la fuerza militar Todos llegan y nos dicen: ¡Tienen que colaborar! Y tanto acoso de guerra nos obliga a desplazar Y el futuro de nuestros hijos no se ve en ningún lugar Yo le pido al Dios del cielo, que al fin se digne a escuchar El clamor de mi Colombia, que anhela vivir en paz.
Autor: Jacobo Hurtado
Poesía costumbrista
Cuando Dios hizo la tierra dejó a Adán como encargado De cuidar los animales, bestias, cerdos y ganado Y también todas las matas, que en el campo había sembrado. Vivía allá en el paraíso, como un mafioso con plata Luego se puso a pensar que la mujer le hacía falta Y como Dios lo apreciaba, le mandó una hembra bien guapa Que le dijo: ¨Coma mijo¨, y ahí fue que cayó en la trampa. Por pasar luna de miel, desatendió la labranza No les echó maíz a los pollos ni tampoco ordeñó vacas Y los cerdos 8 días, la pasaron sin lavazas Y cuando el señor llegó, se escondió entre la hojarasca. Adán lo llamó el señor, ¿crees que haces muy buena gracia? Por estar de enamorado ya te perdí la confianza No te prohíbo el amor, sino cumplir la ordenanza Y en este mismo momento me desocupas la estancia Te largas con tu mujer y van a ver la desgracia A trabajar como burros, para ganar la tragancia Ya les mandaré la muerte y en la otra vida descansan.
Autor: Jacobo Hurtado
Poesía costumbrista
Hoy quiero cantarte patria chica, porque tengo el honor de ser monguano; en recursos naturales eres rica y el orgullo de ser un pueblo sano.
En sus campos de tierras productivas, trabajamos con alegría y amor, fabricando la ruana campesina, o en la mina explotando el carbón.
Que viva Mongua y su gente laboriosa, sus tradiciones y costumbre sencillas, el comercio, la industria y otras cosas, lagunas y paisajes son grandes maravillas.
De sus montañas nacen fuentes cristalinas, que forman rios de oriente a occidente, y tambien sus yacimientos y salinas son tesoros que le dio el omnipotente.
Hombres ilustres de gran intelectual, nacidos de este pueblo provincial, impulsores del progreso regional para todo boyacense y colombiano.
Que viva Mongua y su gente laboriosa, sus tradiciones y costumbre sencillas, el comercio, la industria y otras cosas, lagunas y paisajes son grandes maravillas.
Pueblito alegre fundado al oriente, todos luchamos por verte progresar y le pedimos a Dios que para siempre, patria querida aquí reine la paz.
Autor: Jacobo Hurtado
Canción